Su salud mental se ve muy afectada por su salud física. Las deficiencias de vitaminas pueden causar fatiga, ansiedad, dolores, dolores, etc. Esto se debe a que su cuerpo sabe que algo anda mal y que necesita alimentarlo.
Como vegetariano muy exigente, me resulta extremadamente difícil “comer sano”. Hace unos meses, me diagnosticaron anemia y deficiencia de potasio. Desde que comencé a comer más alimentos ricos en hierro y potasio, y hacer ejercicio, me he sentido mucho mejor. Solía tener calambres en las piernas muy intensos, un nuevo flujo de ácido severo y mis niveles de energía bajaban tan bajo que tenía que permanecer en la cama todo el día. Sentirse físicamente mal puede desencadenar ansiedad y, a menudo, depresión. Ahora, me siento mucho mejor y mis niveles de ansiedad han disminuido. A pesar de que estoy lejos de “curarme” de mi ansiedad, mi depresión (que he tenido intermitentemente durante años) parece haber llegado a una “remisión” de algún tipo.
Esto no significa que la depresión siempre sea causada por deficiencias vitamínicas, o que comer sano lo “cure”. Pero llevar un estilo de vida saludable y mantener una actitud positiva hacia la nutrición (ejercicio, etc.) puede ayudarlo a sentirse mejor, por dentro y por fuera.