Lee mis labios: las películas mienten. Dilo otra vez.
Hay tres sitios primarios de herida capaces de (a) administrar sangre en cantidad de película a la boca y (b) causar la muerte. La primera es una herida masiva en la cabeza, que dejaría inconsciente a la víctima mucho antes de que pudiesen descansar ese precioso pedazo de pelo rizado en su regazo y pronunciar “Dígale a mamá que … (tos) (tos) amor … AGG”.
El segundo es una herida masiva en el pecho (ver también “herida en el pecho chupando”). En este caso, casi toda la sangre liberada estaría ocupada drenando a través del agujero en la espalda de la víctima en lugar de subir con la corriente de aire a la boca. Para cuando llegara a su boca en gran cantidad, se habrían ahogado hace tiempo, jadeando vigorosamente todo el tiempo debido a la pérdida de difusión de gases y la capacidad pulmonar.
La tercera es una herida estomacal masiva que, excepto en las víctimas con problemas graves de reflujo preexistentes, no respalda la garganta hasta la boca; el esfínter esofágico inferior previene el reflujo. Incluso en los casos en que ese esfínter ha fallado (debido a que el esfínter está involucrado en la herida?), Mucha más sangre se movería hacia abajo del tracto digestivo que hacia arriba, hacia la boca. Para cuando llegara a la boca en gran cantidad, la víctima ya habría perdido el conocimiento por la pérdida de sangre (y su abdomen se habría distendido por la acumulación de sangre allí).