El tratamiento de la artritis psoriásica se puede agrupar en dos categorías:
1. Para aliviar el dolor
2. Medicamentos modificadores de la enfermedad
Para el manejo del dolor, los médicos generalmente recetan medicamentos llamados AINE que reducen la inflamación y la hinchazón. A veces incluso se inyecta esteroide en la articulación inflamada afectada. Por lo general, los esteroides orales se evitan por temor a que la erupción cutánea psoriásica se inflame.
Los fármacos modificadores de la enfermedad (DMARD: fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad) sirven para reducir la deformidad en la unión afectada e inducir remisiones. Anteriormente, estos medicamentos se usaban solo en casos resistentes a los AINE, pero el hallazgo de que el 40% de los pacientes puede desarrollar artritis erosiva y deformante, ha llevado a la recomendación de que estos medicamentos se usen temprano en el curso de la enfermedad. Los DMARD incluyen metotrexato, sulfasalazina, ciclosporina y leflunomida, así como agentes biológicos
La fisioterapia también puede ser un complemento importante de las drogas. Un buen fisioterapeuta puede planificar el programa de ejercicios individualmente para cada paciente, instruyendo especialmente sobre qué ejercicios pueden ser dañinos.
Proteger las articulaciones es crucial. Los pacientes necesitan controlarse y tomar descansos adecuados de la actividad. Otros ejemplos de protección de las articulaciones incluyen el uso de férulas en las articulaciones afectadas, el uso de técnicas mecánicas y de levantamiento corporal adecuadas, y la incorporación de dispositivos de asistencia o equipos de adaptación en las actividades cotidianas del paciente.