Grita como si estuvieras en un juego de campeonato y el juego está empatado con 2 minutos para el final. Gritar. Grita duro. Grita en una almohada.
Canta canciones que sabes que no puedes cantar. Golpee cada punto alto, golpee cada escofina. Si duele, sigue haciéndolo.
O bien, no hagas nada, ya que puedes hacer daño permanente a tus cuerdas vocales, como yo.
O bien, puedes actuar.