¿El helado es saludable o no saludable?

El helado sabroso se elabora revolviendo y enfriando una mezcla que contiene leche o crema con alto contenido de grasa, edulcorantes a base de fructosa o glucosa, generalmente en forma de jarabe de maíz y saborizantes como vainilla o chocolate. Cuando la mezcla se congela, desarrolla una consistencia cremosa y rica en helado, un alimento que puede afectar su salud tanto de manera positiva como negativa.

Una fuente de energía

Aunque el contenido nutricional del helado varía entre marcas y tipos, en general es una excelente fuente de energía. El helado es rico en carbohidratos, con aproximadamente 15 gramos en una porción de media taza. Una porción también contiene aproximadamente 7 gramos de grasa y 2 gramos de proteína, por lo que es un alimento denso en energía.

Una fuente de vitaminas y minerales

El helado es también una fuente dietética de varios minerales importantes. Es particularmente rico en calcio y fósforo, con aproximadamente 10 por ciento de la ingesta dietética recomendada por los adultos de estos minerales en una sola porción de media taza.

Contenido de grasa y azúcar

El helado es un alimento alto en grasa, ya que debe contener más de 10 por ciento de grasa de leche para ser designado helado, con algunos productos que tienen tanto como 16 por ciento, según la Universidad de Guelph. La grasa de la leche es principalmente colesterol, una grasa saturada. Cuando el nivel de colesterol en la sangre es demasiado alto, puede acumularse como placa, un depósito de grasa en las arterias que interfiere con el flujo sanguíneo y aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.

Contenido de lactosa

El helado puede causar problemas para ciertas personas porque es lácteo y contiene lactosa, un azúcar de la leche. Estas personas, a las que se hace referencia como intolerantes a la lactosa, son deficientes en lactasa, la enzima necesaria para digerir la lactosa, y pueden experimentar trastornos digestivos si consumen helado. Según PubMed Health, alrededor de 30 millones de estadounidenses son intolerantes a la lactosa.