Se ha demostrado repetidamente que comer menos carbohidratos disminuye los niveles de insulina y también la presión sanguínea. Quizás esto se deba a que una dieta baja en carbohidratos también tiende a disuadir al cuerpo de acumular líquidos y aumenta la eliminación de sal por la orina.
Comer menos sal puede reducir un poco su presión arterial. La investigación ha demostrado que este efecto es, sin embargo, mínimo a largo plazo: se registró un promedio de solo 1 mmHg de reducción.
Nos falta evidencia contemporánea de que menos sal en nuestros alimentos afectará el riesgo de enfermedad cardíaca o muerte. Esto se mostró en un metaestudio reciente de todas las investigaciones sobre el tema. No está claro si se volverá más saludable al comer menos sal o no. Nadie lo sabe.
