Dar un paseo en la naturaleza es tranquilizador en más de un sentido. Las personas tienden a rumiar cuando caminan en entornos congestionados, como a través de edificios o al lado de una carretera. Si está teniendo un mal día, caminar en entornos agitados como esos podría empeorar las cosas. Por el contrario, los estudios muestran que caminar por la naturaleza mejora la salud mental en general. Los científicos han descubierto que caminar por la naturaleza tranquiliza la parte del cerebro que está activa en la rumiación (que puede ser muy perjudicial para la salud) y, por lo tanto, mejora el estado de ánimo.