¿Por qué algunos creen que la teoría de la “dosis acumulativa” de radiación es incorrecta, especialmente con respecto a dosis más bajas de radiación, como los rayos X?

Aún mejor, existe buena evidencia en modelos animales, en ciertos escenarios, de que una pequeña dosis de radiación en el tiempo “A” inicia o “regula positivamente” los numerosos mecanismos de reparación defensiva en células de mamíferos, lo que resulta en un efecto protector contra una dosis más alta en un momento posterior “B”.

Un posible ejemplo … usted tiene cáncer. Usted necesita radioterapia, de naturaleza que involucre dosis de radiación bastante altas, y un riesgo conocido (tal vez del 2 por ciento) de causar un segundo cáncer. Usted obtiene algunos escáneres CT y PET como parte de su diagnóstico. Esta radiación de baja dosis prepara su cuerpo para reparar de manera más efectiva la rotura del ADN que ocurre durante la radioterapia, reduciendo el riesgo de contraer ese segundo cáncer. No quiere decir que esto sea un efecto comprobado, solo uno posible.

Luego está la hormesis, un tema en sí mismo, que abarca la idea de que la radiación de baja dosis es beneficiosa para la especie humana, en ciertos niveles reduce el riesgo de cáncer en las poblaciones expuestas hasta en un 30 por ciento.

El tema es fascinante; estamos abordando de forma gradual pero segura la comprensión de la naturaleza real de los efectos de la radiación a dosis bajas, y proviene de la investigación en radiobiología, no de la epidemiología. Hemos tenido todo mal desde la década de 1950, cuando por miedo, exceso de sabiduría e ignorancia, dijimos que “toda radiación, incluso un poco, es peligrosa”.