No estaría de acuerdo.
Pensaría que la educación sobre el tema, a una edad temprana, sería una herramienta más efectiva.
En la sociedad estadounidense, somos bombardeados con mensajes de apoyo que favorecen el consumo de alcohol y se les proporciona relativamente poca información sobre su naturaleza tóxica. Filtrar esa dinámica probablemente sería más efectivo que simplemente aumentar los impuestos.