Imagínese viviendo solo de un tipo particular de comida, digamos pizza. Su dietista le dice que demasiada pizza lo haría obeso y que debe cambiar a una alternativa saludable a la comida. Se le ocurre el plan de que por cada unidad (por ejemplo, porción) de pizza que no consume de su consumo normal, le da un crédito que puede usar para comprar una fruta o huevos, etc. Así es como funciona el crédito de carbono.
Según el protocolo de Kyoto, varios países han acordado reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Una forma de incentivarlo para las empresas es ofrecerles crédito. Cada tonelada equivalente de emisiones de CO2 reducidas le daría a la compañía un crédito de carbono. La compañía puede vender ese crédito a una compañía que está emitiendo CO2 más que la asignación legal. Los fondos generados al vender el crédito se pueden usar para cubrir el costo de la creación de tecnología ecológica. Por lo tanto, sería útil para cualquier empresa, de fabricación o de otro tipo, cubrir sus costos y reducir los niveles de emisiones de conformidad con las normas del Gobierno.
El siguiente video puede aclarar las cosas para usted:
PD. La pizza fue un ejemplo al azar que se me vino a la mente. Yo mismo amo las pizzas. Los amantes de la pizza no se ofenden 🙂
