La creatividad puede ser subjetiva para el espectador. Pero aquí hay una posibilidad. Allan Hobson ha planteado la hipótesis de que los sueños son simplemente un mosaico de impulsos neuronales que responden a procesos cerebrales relativamente aleatorios. Luego pegamos estos eventos neuronales en un todo coherente, creando así la narración del sueño. Dado que el sueño se compone de elementos relativamente aleatorios yuxtapuestos, el resultado es bastante “creativo” en el sentido de que aparecen combinaciones que no han aparecido antes.
Cabe señalar que también hay evidencia fisiológica de que los sueños pueden recapitular hechos del día anterior. Y las dos posiciones pueden no ser contradictorias. Algunos de los elementos “aleatorios” pueden ser recapitulaciones.
