Aunque no hay evidencia médica que respalde la orina como un tratamiento efectivo para ninguna de las enfermedades, los estudios científicos han demostrado que algunos componentes de la orina tienen propiedades medicinales. En particular, la urea (que, junto al agua, es el principal componente de la orina) posee características antibacterianas, antifúngicas y antivirales.
Si bien las supuestas propiedades curativas de la orina aún no se han confirmado mediante investigaciones rigurosas, es improbable que beber pequeñas cantidades de su propia orina produzca daños graves si, por alguna razón, usted está tan inclinado.
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