No, no siempre
El deseo sexual de una madre nueva depende de cuatro cosas:
- equilibrio hormonal y bienestar general (sin dolores permanentes)
- mentalidad (es decir, ve el sexo como algo divertido que hacer, sexo positivo)
- contexto social / cultural (la sociedad no evita a las mujeres y las madres por desear sexo)
- situación familiar (tratar con el bebé es relativamente fácil, los miembros de la familia ayudan, las condiciones del hogar son cómodas)
Si uno o algunos de estos factores se deterioran después del nacimiento del bebé, el impulso sexual disminuirá naturalmente. Con mi primer hijo, mi deseo sexual disminuyó rápidamente debido a un desequilibrio hormonal (mis niveles de serotonina no aumentarían) y una situación familiar (realmente no me agradaba tener que tratar con el bebé). Con mi segundo hijo, mi deseo sexual se disparó a los niveles previos al embarazo dos semanas después del nacimiento porque todos los factores fueron conductivos para eso.
Nunca sabes.
Ambas situaciones, el deseo sexual disminuyendo y el deseo sexual de ir hacia arriba, son normales, técnicamente; sin embargo, dado que el impulso sexual se reduce debido a que surgen algunas condiciones desagradables, esas condiciones no son buenas por sí mismas. El desequilibrio hormonal o la depresión, así como los dolores, deben tratarse; la mentalidad negativa y las perspectivas sobre el sexo deberían corregirse; el contexto social desventajoso debe ser ignorado o eliminado; la situación del hogar debería mejorarse por todos los medios posibles.