Colocaron el mío debajo de mi riñón poliquístico izquierdo y crearon un nuevo orificio en mi vejiga para conectar el uréter. Hay suficiente espacio allí, así que no lo siento a menos que me enferme, y luego a veces se pone un poco incómodo.
Los riñones son órganos bastante pequeños, por lo que no hay mucha aglomeración para agregar un tercero. Mi problema son los poliquistos, que han crecido hasta ser mucho más grandes que los regulares y son dolorosos, pero tienen un riesgo extremadamente alto y son costosos de eliminar.
Inmediatamente después del trasplante, sentí que tenía que ir al baño constantemente mientras mi vejiga se curaba con la creación del nuevo uréter. Esa sensación disminuyó, y no tengo que orinar más o menos de lo que solía hacerlo cuando tenía dos riñones normales sanos antes de que mis naturales se cerraran.
La parte más difícil del trasplante son los efectos secundarios de la medicina que debo tomar ahora. En segundo lugar en esa lista están las nuevas reglas que tengo que cumplir para mantenerme saludable porque estoy inmunocomprometido. Pero después de un tiempo, incluso esos hábitos se convierten en algo natural, y evitar el efecto secundario del aumento de peso requiere disciplina, paciencia y autocontrol, pero incluso así, eso también se hace más fácil.
