Esta pequeña rutina me ha ayudado mucho. De hecho, para mí, los efectos de este pequeño truco son realmente mágicos.
Todo lo que necesita hacer es poner agua en un recipiente de bronce, dejarla durante la noche y beberla a la mañana siguiente. Debe beber al menos 3 vasos de esta agua antes de cepillarse los dientes por la mañana y simplemente asegúrese de beberla muy lentamente. Tome un sorbo a la vez para que su saliva se mezcle bien con agua. Esto neutralizará cualquier acidez en su estómago y su sangre. Vaciará los radicales libres de tu cuerpo. ¡Prueba esta magia!
Nota: Después de unos meses, su contenedor de bronce dejará de funcionar, ya que una capa de sustancia negruzca (probablemente carbono) comenzará a depositarse en el costado interior del recipiente. Por lo tanto, debe limpiar su recipiente con ayuda de cal (también hay algunos productos químicos disponibles en el mercado para este fin) regularmente.
