Cerebro congelado. 😉
Dientes agrietados por el cambio repentino de temperatura
Asfixia en un cubo de hielo
Bajar la temperatura central hasta el punto de hacerte temblar o incluso entrar en estado de shock. Pero este último tomaría una gran cantidad de agua con hielo (sobre todo el hielo) a medida que se derrita en el estómago y absorba el calor de su núcleo.