En primer lugar, tener fiebre es diagnosticada erróneamente por muchas personas en nuestro país. Simplemente usan sus manos para sentir la temperatura corporal de una persona, en lugar de un termómetro y si se siente caliente, se declara que la persona tiene fiebre.
De hecho, muchas personas ni siquiera tienen un termómetro en casa. Esta tendencia no está entre los analfabetos, sino que también prevalece en la sociedad próspera y educada. He visto a pacientes que me informan que tienen fiebre, pero cuando les pregunto sobre su temperatura corporal, no tienen ni idea porque nunca la midieron.
Un cuerpo caliente no significa necesariamente tener fiebre. Debe verificar la temperatura corporal con un termómetro. En caso de que la temperatura del cuerpo sea inferior a 100 grados Fahrenheit y la persona no tenga ningún otro síntoma, simplemente descanse adecuadamente y tome muchos líquidos para aliviarse.
Sin embargo, si la temperatura corporal excede los 100 grados o si tiene otros síntomas asociados, es mejor consultar a su médico local porque la fiebre es un mecanismo compensatorio de su cuerpo para evitar infecciones.
La automedicación es siempre dañina incluso en casos de resfriado y tos.