¿Por qué no tenemos una cura para el dengue?

Una persona que se infecta con uno de los virus del dengue puede ser completamente asintomática (un resultado inusual), sufrir cierta cantidad de morbilidad o morir por los estragos de la enfermedad. Aquellos que sobreviven al encuentro se ‘curan’ de ese virus del dengue, pero corren el riesgo de complicaciones si se infectan con un tipo diferente de virus del dengue. Mientras que hay formas de proporcionar cuidados de apoyo para un paciente que pueden aumentar sus posibilidades de supervivencia, estos no son específicos y, por sí mismos, no son “curativos”. En este punto, no hay un medicamento especial contra el dengue. Del mismo modo, no hay vacuna disponible para prevenir la infección o la enfermedad resultante. Actualmente, las estrategias más adecuadas contra el dengue son eliminar o tratar los hábitats de desarrollo de los mosquitos vectores, reducir el contacto con los mosquitos (mediante el uso de repelentes, ventiladores o ropa) o aplicar pesticidas para atacar a los mosquitos adultos en el medio ambiente. Los esfuerzos para desarrollar un mosquito “más seguro” son científicamente fascinantes, pero su uso sigue siendo controvertido.

¿Por qué no se ha descubierto una cura? Los esfuerzos para desarrollar una “cura” para la infección o una vacuna que sea segura y eficaz están cargados debido a la complejidad de los virus del dengue y debido a las diversas e inusuales reacciones inmunológicas que se producen cuando una persona se infecta. Solo podemos esperar que eventualmente se logre progreso en este campo.

Porque, a diferencia de los antibacterianos (antibióticos), todavía no tenemos tantos antivirales eficaces de “amplio espectro”.