¿Razonable? No. El trabajador promedio a tiempo completo debe esperar si no se lo alienta a abstenerse de trabajar por más de 5 días hábiles en un año calendario. El empleador arriesga una reducción de la productividad, una moral reducida, una alta rotación y, lo más importante, que los empleados vayan a trabajar cuando están enfermos. Ningún empleador en su sano juicio debería querer a ningún empleado en el lugar de trabajo si existe la posibilidad de que pueda contagiar la enfermedad. Esta política crea un desincentivo para que los empleados enfermos se queden en casa al combinar días de enfermedad y vacaciones.
Una política razonada permitiría separar los “días de enfermedad” para alentar a los empleados enfermos a quedarse en casa. Una política humana permitiría un tiempo libre remunerado más general para permitir a los empleados visitar a familiares y amigos o tomar vacaciones sin prisas.