A lo largo de mis 22 años en Inglaterra, diría que generalmente se considera cortés quitarte el calzado cuando ingresas a la casa de otra persona, para no ensuciar la alfombra.
En tu propio hogar, puede variar. Aquellos que son enfocados en la limpieza, los zapatos son quitados en la puerta. Para aquellos que no les importa un poco de suciedad, pueden permanecer en ella. Luego tienes a los indecisos, que solo permiten zapatos en ciertas habitaciones, o solo en la planta baja, por ejemplo 🙂
En general, se decidió por la idea de suciedad y barro en el exterior de los zapatos.