Como enfermera, ¿qué es un buen día y uno malo?

Un buen día (o, para mí, sería una buena noche) es cuando tienes tiempo para brindar atención rápida y de alta calidad a todos tus pacientes, además de un poco de tiempo para extras (responder preguntas, verificar al paciente cuando no lo están esperando, ayudando a los compañeros de trabajo).

Me encanta tomar a un paciente que sufrió dolores, asustado, con náuseas y simplemente miserable, y que se sienta cómodo (o al menos que se deshaga de las náuseas y haga que el dolor sea soportable) de manera rápida y eficiente. Esos pacientes siempre están muy agradecidos cuando pueden satisfacer sus necesidades de inmediato, y cuando no se olvidan de los pequeños detalles.

Una ventaja interesante: cuando los pacientes sienten que están bien cuidados, tienden a estar menos ansiosos y, por lo tanto, a llamar con menos frecuencia a la habitación. SABEN que los está cuidando, para que puedan relajarse y dejar que la medicación (u otro tratamiento) funcione. Escucho muchos comentarios positivos en este momento (“Me encanta este hospital. Ustedes son geniales en lo que hacen”), y esos comentarios positivos también nos ayudan.

Un mal día es cuando corro lo más rápido que puedo, renuncio a los baños y apresuro mi documentación, pero todavía no tengo tiempo para satisfacer las necesidades de los pacientes adecuadamente. En estas ocasiones, los pacientes generalmente están de peor humor, más críticos (“Este lugar no ha mejorado. Les digo a todos mis amigos que eviten esta ER como la peste, y es por eso”) y exigente. Debido a HIPAA, no puedo decirles por qué su cuidado se retrasa, o por qué no estoy en la habitación tan a menudo como quisieran, pero en la mayoría de los casos, no les importa, de todos modos.

A la mayoría de los trabajadores les gusta ir a casa sintiendo que hicieron una diferencia positiva ese día (o noche). Las enfermeras no son una excepción.

Un buen día es cuando tiene menos pacientes para cuidar y un mal día es cuando tiene muchos pacientes y apenas puede dedicar una buena cantidad de tiempo a cada uno.

Como enfermera retirada de sala de emergencias e ICU con 30 años de experiencia, puedo decir que un buen día es cuando nadie muere inesperadamente y un mal día es cuando sientes que no estás adelantado en tu unidad.