Tengo un trastorno bipolar, para el cual el tratamiento primario es la medicación para tratar y prevenir futuros episodios maníacos y depresivos. Sin embargo, he tenido un largo viaje con la “terapia” durante los diez años transcurridos desde que comenzó la enfermedad.
Por ‘terapia’ me refiero a una variedad de cosas que incluyen:
- Personas no calificadas en mi vida que sobrepasan los límites normales. Creen que saben cuál es mi problema y cómo solucionarlo. Algunas de estas personas son buenas y amables, otras albergan prejuicios.
- Mis propios intentos de recuperación y superación personal
- Terapeutas calificados que brindan asesoramiento general de apoyo
- Terapeutas calificados que administran programas de terapia basados en la evidencia del “paquete de tratamiento”
- Terapeutas calificados que trabajan como administradores de casos para el servicio de salud mental
- Otra salud aliada calificada como fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, dietistas que trabajan en problemas asociados
- Consultores de empleo especializados en apoyo a la discapacidad, una pensión si la necesito.
- Tratamiento médico de psiquiatras, hospitalización y atención de enfermeras psiquiátricas y apoyo de recuperación para pacientes hospitalizados
- Apoyo voluntario de amistad de una organización comunitaria
- Soporte de Internet
- Amor infalible e incondicional de familiares y amigos.
Además de tener trastorno bipolar, psicológicamente soy un desastre. Necesito ser consciente de que no puedo usar estas ‘muletas’ para siempre, pero por el momento todavía las necesito.