Cuando los niños ingresan a la adolescencia, sus cuerpos están cambiando de niño a adulto. Este es un proceso tremendamente intensivo en energía. Por lo tanto, necesitan más calorías, (para obtener energía) y más horas de sueño (para la renovación de toda la energía que se gasta durante el crecimiento).
Crecí 9 pulgadas en 12 meses cuando tenía 13 años. Si bien anteriormente había sido un niño muy activo, pasé ese año haciendo poco más que comer, ir a la escuela y dormir. Una vez que ese crecimiento extraordinario se ralentizó, volví a mi nivel de actividad anterior.
