Esta es una cuestión de dosificación. Podemos beber cualquier cosa si está lo suficientemente diluida, pero sería una buena regla mantenerse alejado de HCL.
El ácido clorhídrico está presente en nuestro estómago, pero no está en el revestimiento de la boca o el esófago, por lo que en dosis altas o medias los destruiría y envenenaría nuestro torrente sanguíneo, lo que provocaría una gran posibilidad de muerte.
Hubo un caso de un hombre que bebió un poco en Inglaterra y cuando llegaron los paramédicos dijeron que sus dientes se estaban disolviendo mientras gritaba frente a ellos. Murió unos días después por las lesiones internas, así que no se arriesgue a ningún tipo de dilución por las dudas.