Cómo encontrar si es elegible para cirugía bariátrica

¿Eres un buen candidato para la cirugía bariátrica?

La pérdida de peso no sigue un enfoque de talla única y la cirugía puede ser la mejor opción para algunas personas. ¿Eres uno de ellos?

La obesidad continúa siendo considerada como uno de los problemas de salud pública más serios en nuestro país. Según el CDC, más de un tercio (36.5 por ciento) de los adultos en los Estados Unidos se consideran obesos. El sobrepeso es un factor de riesgo importante para enfermedades potencialmente mortales como la diabetes, el cáncer, los accidentes cerebrovasculares, la presión arterial alta, las enfermedades cardíacas y la apnea obstructiva del sueño. Para muchas personas que sufren de obesidad, el problema es hereditario y no se puede resolver simplemente con una alimentación saludable y ejercicio regular.

Muchos de los que sufren de obesidad mórbida pueden calificar para cirugía de pérdida de peso (bariátrica): procedimientos que se realizan en el estómago o los intestinos para promover la pérdida de peso.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos son buenos candidatos para esta cirugía. Para calificar, debes tener entre 16 y 70 años (con algunas excepciones) y una obesidad mórbida. Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) definen la obesidad mórbida como 100 libras o más por encima de su peso corporal ideal, o con un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más. También puede calificar si tiene un IMC de 35 o más y también tiene ciertas comorbilidades preexistentes, como diabetes, enfermedad cardiovascular, hipertensión o apnea del sueño.

Si está considerando embarazarse en los próximos 18 meses a dos años, la cirugía bariátrica no es para usted. La rápida pérdida de peso y las deficiencias nutricionales asociadas con el procedimiento hacen que el embarazo sea muy peligroso tanto para la madre como para un feto en desarrollo.

Aunque la cirugía bariátrica tiene un sólido historial a largo plazo para ayudar a las personas con obesidad mórbida a perder peso, no hay garantías con ningún método de pérdida de peso, incluso la cirugía. Los pacientes deben comprometerse con un estilo de vida saludable y realizar cambios en la dieta por el resto de sus vidas para evitar la obesidad.

Asegúrese de discutir los riesgos potenciales de la cirugía con su cirujano para que pueda tomar una decisión informada sobre su elección. La mayoría de las personas pierde peso durante 18 a 24 meses después de la cirugía. Muchos pacientes comienzan a recuperar parte de su peso perdido, pero solo unos pocos lo recuperan todo. Algunos de los efectos secundarios comunes asociados con la cirugía de pérdida de peso son náuseas, vómitos, hinchazón, diarrea, sudoración excesiva, aumento de gases y mareos.

Si padece alguna afección médica relacionada con la obesidad, como diabetes o presión arterial alta, debe mejorar después de la cirugía para perder peso. Durante el primer mes después de la cirugía, solo podrá consumir pequeñas cantidades de alimentos y líquidos blandos. También descubrirá que sentirá que su estómago se siente más lleno más rápido.