El moco puede estar presente en las deposiciones del bebé sin ningún síntoma. Es el caso cuando se forma mucho moco extra en el cuerpo como en un resfriado común.
El bebé no está entrenado para escupirlo. Por lo tanto, todo el moco extra termina siendo tragado y se descarga con heces. Este es un mecanismo normal en los bebés y no debe generar ninguna alarma.
El moco presente en las heces fecales también podría indicar una infección viral o bacteriana.
Las bacterias como salmonella, shiggela, campylobacter, etc. pueden ingresar al tracto gastrointestinal y causar una infección. En este caso, también se pueden encontrar restos de sangre en las heces. Las infecciones bacterianas requieren tratamiento con antibióticos. Las infecciones virales generalmente se resuelven por sí mismas.
La dentición también es una condición que se asocia con una producción excesiva de moco en el cuerpo y puede dar lugar a la presencia de moco en las heces de los bebés.
Los bebés chupan todo lo que pueden, incluyendo sus propias partes del cuerpo. Esto junto con el babeo daría como resultado un aumento en la cantidad de saliva en la boca. Esta saliva puede contener irritantes o gérmenes que al llegar al intestino pueden provocar un malestar estomacal que produce heces líquidas que contienen moco.
Las alergias a los alimentos o la intolerancia a las proteínas de la leche como a una intolerancia a la lactosa también pueden causar problemas digestivos con moco en las heces.
Fuente: ygoy
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