¿Qué es un seguro de salud sin efectivo?

Al comenzar el ejercicio de comprar un seguro de salud, surgirán varias preguntas. Una de ellas es si debe comprar una póliza de salud sin efectivo o un plan de reembolso. Una póliza de seguro de salud sin efectivo es aquella en la que la compañía de seguros liquida directamente las facturas con el hospital; el paciente no está obligado a hacer ningún pago en absoluto. Por otro lado, una política de reembolso requiere que el paciente o titular de la póliza pague las facturas médicas por adelantado, la aseguradora reembolsa estos costos más adelante después de que se presente un reclamo. ¿Cuál de estas es la mejor opción? Permítanos evaluar los dos tipos de planes de seguro de salud bajo diferentes jefes.
1. Elección del hospital “Una póliza de seguro de salud sin efectivo lo limita en términos del hospital que elija. Para aprovechar el beneficio sin efectivo, el paciente debe ingresar en un hospital que pertenece a la red de la aseguradora. Busque tratamiento en un hospital de la red y su aseguradora liquidará la factura directamente sin requerir ningún pago de su parte. Sin embargo, vaya a un hospital fuera de esta red y tendrá que pagar las facturas por adelantado y buscar el reembolso más adelante. Una política de reembolso puro, por otro lado, permite libertad de elección con respecto al hospital o proveedor de atención médica.

2. Necesidad de efectivo de emergencia Una póliza sin efectivo es una gran opción para las personas que tienen poco dinero. Si sus reservas de efectivo son relativamente bajas, una política de reembolso podría afectar sus finanzas ya limitadas. Esto se debe a que una política de reembolso requiere que pague las facturas del hospital por adelantado. Luego debe presentar un reclamo y esperar a que llegue el dinero del reembolso. Una política sin efectivo elimina la necesidad de efectivo de emergencia. Siempre que use un hospital que pertenece a la red de su aseguradora, no tendrá que pagar en absoluto.

3. Aumento en las primas Un problema con las políticas sin efectivo proviene de que no requieren pago del titular de la póliza. Como resultado, el asegurado tiende a ir no solo a un buen hospital, sino a uno costoso. La idea es que, dado que no está obligado a hacer ningún pago, podría obtener el mejor (o el más caro) tratamiento. La desventaja es que esto podría llevar a que la aseguradora cargue al asegurado con primas más altas en el futuro. Este riesgo no es válido para las políticas de reembolso, en las que el asegurado elige proveedores de salud asequibles porque los pagos iniciales provienen de su propio bolsillo.

4. Liquidación de reclamaciones Un titular de póliza con un plan de reembolso debe retener todas las facturas, informes de pruebas y recetas médicas y luego contactar al asegurador lo antes posible (generalmente dentro de los 30 días) para la liquidación efectiva de la reclamación. Por lo tanto, hay un período de espera considerable entre el pago y el reembolso. Bajo una póliza sin efectivo, el asegurado simplemente tiene que ingresar a un hospital de la red con su tarjeta sin efectivo para ser admitido y recibir tratamiento. El administrador de terceros (TPA) media entre el asegurado y la aseguradora para garantizar una solución de reclamo sin inconvenientes. Los casos de emergencia deben ser eliminados dentro de las seis horas y todos los demás casos dentro de los cuatro días. Es posible un mejor arreglo si los titulares de pólizas sin dinero en efectivo informan su TPA con anticipación cuando solicitan un procedimiento médico previamente planificado.

Como ya debe ser claro, tanto las políticas sin efectivo como las de reembolso tienen sus pros y sus contras. El que elija dependerá por completo de sus necesidades específicas de cobertura de salud.

Origen: Internet