De lo que hablas no es del Socialismo, sino del Estado de Bienestar, que era una característica prominente del triunfo del capitalismo posterior a la Segunda Guerra Mundial. Tal vez los primeros comienzos de un estado de bienestar fueron en la Alemania de Bismarck; Bismarck normalmente no es considerado un zurdo.
El socialismo es la idea de que las partes dominantes de la economía deben ser de propiedad pública, lo que en la práctica ha significado la propiedad del Estado, aunque podría incluir empresas cooperativas.
En la elección entre el socialismo y el capitalismo, el cristianismo tiene, y no puede tener, nada que decir, porque la elección entre los dos debe hacerse sobre bases empíricas, en cuanto a cuál funciona mejor. Parece que el capitalismo, en general, obtiene un mejor nivel de vida material para la mayoría de las personas.
De lo que el cristianismo y cualquier religión deberían estar hablando es moralidad; la mayoría de las religiones afirman la solidaridad humana, la noción de que no podemos con la justicia dejar a la gente a morir de hambre, o sufrir una miseria prevenible. Eso significa que todas las personas, al menos para el cristianismo: no podemos elegir solo a los pobres merecedores, o miembros de nuestra propia comunidad, el samaritano.
El debate es si esta solidaridad debe expresarse a través de la caridad privada, o si la comunidad en su conjunto, a través de su gobierno, debe actuar. Mi propio criterio es que demasiadas personas caen en las grietas de la caridad privada, y en una sociedad moderna y masiva, necesitamos acciones gubernamentales para asegurar que, por ejemplo, los hijos de drogadictos al menos reciban alimentos y vivienda. Pero sería posible mantener una posición diferente de una manera moralmente respetable. La caridad privada es más hermosa que dar su consentimiento a que una pequeña parte de los impuestos vaya al Bienestar; la idea del socialismo es más hermosa que la idea del capitalismo, pero esa no es una razón para elegirla, y la caridad privada tiende a ser muy selectiva, por no mencionar la forma en que se puede abusar de ella como ejercicio de poder, con menos en el forma de control que puede aplicarse al bienestar público.
Un problema particular de los Estados Unidos es que la versión dominante del cristianismo allí es intensamente individualista, y recientemente se ha vuelto demasiado amistosa con las riquezas de la iniquidad; Las versiones europeas y latinoamericanas del cristianismo, y especialmente del catolicismo, son mucho más conscientes de las responsabilidades sociales. Como dije cuando el Papa Francisco comenzó a hablar sobre la responsabilidad de la Iglesia hacia los pobres, “Parece que el Papa es cristiano”. Pero no predica el socialismo, solo la responsabilidad moral.
