Todos tenemos que viajar. Pero viajar largas distancias puede afectar el cuerpo de un diabético de forma diferente a la de una persona normal. Una persona diabética debe tener especial cuidado al embarcarse en un viaje de larga distancia.
Si estás volando, mira los problemas que tu cuerpo tendrá que enfrentar:
- Volar a 32,000 pies o más = niveles más bajos de oxígeno en la sangre, mayor fatiga, expansión de gas en el abdomen
- Aire seco de la cabina = membranas mucosas inflamadas, menor capacidad de sabor, piel y boca secas
- Cambio de zona horaria = trastorno del ritmo nocturno, hormonas desequilibradas, síntomas de desfase horario
Sin mencionar el despegue y aterrizaje donde hay un aumento breve pero significativo en la presión arterial.
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