Beber grandes cantidades de agua generalmente no causa sobrehidratación si la glándula pituitaria, los riñones, el hígado y el corazón funcionan normalmente. Para exceder la capacidad del cuerpo para excretar agua, un adulto joven con una función renal normal tendría que beber más de 6 galones de agua al día de manera regular.
La sobrehidratación es mucho más común entre las personas cuyos riñones no excretan orina normalmente, por ejemplo, entre personas con un trastorno del corazón, riñones o hígado, o entre bebés prematuros cuyos riñones son inmaduros. La hiperhidratación también puede ser consecuencia del síndrome de secreción inapropiada de hormona antidiurética. En este síndrome, la glándula pituitaria secreta demasiada vasopresina (también llamada hormona antidiurética), estimulando los riñones para conservar el agua cuando eso no es necesario.
El tiempo para recuperarse de la sobrehidratación depende de la causa subyacente, independientemente de la causa de la sobrehidratación, la ingesta de líquidos generalmente debe restringirse (pero solo según lo recomendado por los médicos). Beber menos de un litro de líquidos al día por lo general mejora en varios días. Si se produce una hiperhidratación con exceso de volumen de sangre debido a una enfermedad cardíaca, hepática o renal, también es útil restringir la ingesta de sodio porque el sodio hace que el cuerpo retenga agua.
A veces, los médicos prescriben diuréticos para aumentar la excreción de sodio y agua en la orina. Otros tipos de medicamentos también pueden aumentar la excreción de agua y, a veces, se usan para tratar la sobrehidratación cuando el volumen de sangre es normal. Estos medicamentos generalmente se usan cuando una persona está en el hospital y pueden ser monitoreados cuidadosamente
