Si estuvieras golpeando un saco de boxeo, probablemente diría que sí.
Canalizar tu ira en, digamos, tus puños no es realmente un problema. El problema radica en cómo y dónde liberas la ira canalizada. Si no tienes control sobre esto, entonces no tiene sentido canalizar esa ira.
Intenta canalizar la ira, contenerla y luego encontrar una forma de liberarla que no sea dañina para nadie (incluyéndote a ti). Como, digamos, boxeo o judo o pintura o cualquier cosa que te haga sentir mejor. Esto no es fácil, pero te enseñará mucho, incluido el control de tus emociones. Con el tiempo, te darás cuenta de que no ayuda a enojarte con las personas y encontrarás formas de evitar el enojo y, por lo tanto, no hay necesidad de canalizarlo.
¡Todo lo mejor!
