Demasiado caro para implementar y cuidado demasiado limitado para que los estadounidenses estén satisfechos.
Actualmente, 160 millones de estadounidenses obtienen su seguro de salud de su empleador. Van a consultorios médicos privados y hospitales privados.
No aceptarán un nivel de atención equivalente a tener Medicaid como lo describe Paul Krugman. No quieren ir a clínicas atestadas, un equivalente a un hospital del condado con largos tiempos de espera y habitaciones superpobladas y ser atendidos por personal a menudo desdeñoso y con exceso de trabajo. O puede sustituir el sistema VA si no le gusta la analogía de Medicaid. Ellos son muy similares. Esos son sistemas de salud administrados por el gobierno.
Esto es de Krugman, economista liberal escribiendo en el New York Times:
Ponlo de esta manera: a pesar de todo lo que se dice sobre ser honesto y directo, incluso Sanders terminó entregando principalmente humo y espejos, o como dice Ezra Klein, cachorros y arco iris. A pesar de la imposición de grandes impuestos de la clase media, su “gesto hacia un plan futuro”, como dice Ezra, se basa en la suposición de enormes ahorros de costos. Si lo desea, implica un gran asterisco mágico.
Ahora bien, es cierto que los sistemas de pago único en otros países avanzados son mucho más baratos que nuestro sistema de atención médica. Y parte de eso podría replicarse a través de costos administrativos más bajos y los precios generalmente más bajos que paga Medicare. Pero para bajar los costos a, digamos, los niveles de Canadá, tendríamos que hacer lo que hacen: decir no a los pacientes, diciéndoles que no siempre pueden tener el tratamiento que desean.
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Decir que no tiene dos efectos de ahorro de costos: ahorra dinero directamente y también aumenta en gran medida el poder de negociación del gobierno, porque puede decir, por ejemplo, a los productores de medicamentos que si cobran demasiado no estarán en el formulario.
Pero no es algo de lo que la mayoría de los estadounidenses quiere oír hablar; los sistemas extranjeros de un solo pagador en realidad se parecen más a Medicaid que a Medicare.
Y Sanders no lo deja claro: promete costos similares a los de Medicaid, al tiempo que promete no racionar.
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