Es una práctica común disminuir la dosis de medicina tiroidea cuando la TSH es baja y aumentar la dosis si la TSH es alta. Este es un enfoque muy simplista, pero hay mucho más en la ciencia y el arte de la administración de suplementos tiroideos. Recomiendo encarecidamente que no module automáticamente su dosis, sino que deje que su médico tratante se encargue de esto.
Prefiero seguir un enfoque más progresivo para mis pacientes en el que no permita que mi modulación de dosis se vea influenciada simplemente por los niveles de TSH. Mi modulación de dosis toma en consideración lo siguiente:
- Otros parámetros tiroideos, en particular, nivel de T3 libre y niveles de anticuerpos tiroideos cuando corresponda.
- Estado de los síntomas clínicos
- Otros parámetros y niveles metabólicos de las hormonas sexuales en el contexto del cuadro clínico.
- Si el paciente está en terapia con levotiroxina, NDT, armadura o tiroides compuestas que contienen T3 o combinación de T3 y T4.
- Si el caso es el de tiroiditis autoinmune y los títulos de anticuerpos tiroideos.
- Cambio en el estado fisiológico, como el embarazo.
- La aparición de alguna enfermedad aguda que afecta la enfermedad tiroidea.
- Si la suplementación con tiroides es parte del tratamiento de infertilidad, depresión clínica, enfermedad de Graves, etc.
- Si el paciente ha recibido recientemente medicamentos que podrían afectar la biodisponibilidad de T3, como betabloqueantes.
Para agregar a las pautas anteriores, es necesario recordar que el cambio de TSH puede tener un “período de demora”, por lo tanto, puede no ser un reflejo fiel del estado actual.
Como se puede apreciar a partir de los hechos mencionados anteriormente, el tratamiento del trastorno tiroideo es un proceso complejo y dinámico que debe revisarse periódicamente caso por caso.
Belle Santé® Diagnostic & Therapeutic Institute Pvt. Limitado