Si realmente no hay pulso en el pie, es muy probable que esto indique oclusión arterial o compresión. La oclusión vendría en el caso de enfermedad vascular incluyendo una situación vasoespástica. La compresión puede ser por hinchazón severa en compartimentos anatómicos confinados o por compresión directa como con un torniquete. El paro cardíaco también detendrá los pulsos del pie. Este hallazgo, combinado con otras pruebas de ausencia de suministro arterial, es una emergencia médica.
En algunas personas, los pulsos de pedal son simplemente difíciles de sentir. Podemos intentar escuchar el pulso con un dispositivo Doppler en tales casos. También hay cierta variabilidad en la ubicación de la arteria dorsal principal en aproximadamente el 10% de las personas. Algunas personas tienen una calidad de la arteria principal muy pobre, pero con el tiempo han desarrollado un suministro adecuado de sangre colateral. Hay otros indicadores de suministro de sangre que podemos buscar en el pie y la pierna para adivinar lo que está sucediendo.
