En la diabetes tipo 1, las células beta no están “quemadas”, están muertas, después del ataque del sistema inmune del cuerpo. No pueden ser restaurados o resucitados. Se han ido, y todos los nuevos que emergen también son asesinados. La solución es insulina infundida o un mecanismo futuro para restablecer el sistema inmunitario de modo que ya no ataque a las células beta, que luego pueden producir insulina de forma autorregulada.
En la diabetes tipo 2, las células beta producen insulina, pero el cuerpo se ha vuelto resistente a ella. La solución para el tipo 2 a menudo puede ser cambios en la dieta y el ejercicio que eliminen la resistencia a la insulina.
