La mayoría de los problemas de las personas no saludables provienen de sus mentes. Se olvidan de comer porque están absortos en sí mismos, o porque tienen una percepción distorsionada de su cuerpo, o porque no tienen conciencia de su cuerpo, o porque sus emociones los hacen querer comer en exceso o sin comer.
La mayoría de las personas sanas se sienten bien por dentro. Sus mentes tienden a ser positivas y esperan que les sucedan cosas buenas si hacen su parte en la vida. Ellos tienen fe en la bondad inherente del mundo. Tal vez ellos creen en el karma. Son proactivos y también conscientes de las necesidades de su cuerpo. Interpretan las señales de su cuerpo con precisión. Cuando está hambriento, lo alimentan, no lo privan.
Forman ritmos de actividad y saben cuándo descansar para sanar una lesión y cuándo presionar más para ejercer el estrés necesario para poder transformarse. Han evaluado cuánto ejercicio y con qué frecuencia el ejercicio los beneficia. Hay más en esto, pero me siento cansado. ¡No soy una persona sana pero trato de llegar allí! 🙂