Tu cuerpo lo digiere y lo usa. Si bebes mucho, puedes vomitar. Los niños con hemorragias nasales a veces tragan más sangre de la que muestran externamente y cuando la vuelven a poner en marcha, asusta a los padres (y a los médicos subalternos que no la han visto antes).
Pero beber su propia sangre no le causará ningún problema, a menos que beba lo suficiente como para sentirse anémico (el reciclaje es bueno, pero no es 100% eficiente).