Si es la primera vez, prepárate para sentirte un poco decaído o cansado después. Una vez que te acostumbras, normalmente puedes realizar todas tus rutinas habituales después sin problemas. Asegúrese de comer una buena comida (equilibrar las proteínas, los carbohidratos y las grasas) antes de donar, así como también beber líquidos en abundancia; créalo o no, estar erecto (es decir, lleno de líquido) puede hacer que el proceso de donación vaya más rápido. Su sitio de inserción puede estar un poco dolorido, pero eso desaparece muy rápidamente.
¡Buena suerte y diviertete! Donar es una gran manera de ayudar a los demás y su cuerpo lo hace mucho más alegremente. ¡El regalo que realmente sigue dando!