¿Qué es una úlcera corneal?

Cualquier erosión o ruptura de la superficie corneal que se extiende por debajo de la membrana de Bowman hacia el estroma corneal se considera una úlcera. Cualquier cosa más superficial, que involucre solo las capas epiteliales (superficie de la córnea) se etiquetaría como erosión o abrasión corneal. Las úlceras corneales (“úlceras”) pueden ser estériles, causadas por inflamación sin infección (p. Ej., “Derretimientos estériles”). Suelen asociarse con enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, el lupus o la úlcera de Mooren.

Las úlceras infecciosas pueden ser causadas por bacterias (estafilococos, bacterias ácidas rápidas, pseudomonas, etc.), hongos (Fusarium, etc.), virus (herpes simplex, herpes zoster) o protozoos (acanthamoeba).

Las úlceras dañan las células estructurales y las proteínas (colágeno) que forman el centro de la córnea y son necesarias para darle fuerza y ​​claridad. Como resultado, las úlceras a menudo enturbian o decoloran la córnea y dejan cicatrices que dificultan o imposibilitan la buena visión. En tales casos, los trasplantes de córnea son necesarios para restaurar la visión. En el peor de los casos, la úlcera puede perforar, exponiendo el ojo interno a una infección (endoftalmitis), y podría provocar ceguera total y pérdida del ojo.