¿Cómo podemos, como bebés, con un grupo sanguíneo específico desarrollar anticuerpos contra otros grupos sanguíneos, sin haber estado expuestos a antígenos en los glóbulos rojos de otros grupos sanguíneos?

Es porque los antígenos ABO también están presentes en las bacterias comensales a las que todos nosotros nos vemos expuestos en nuestra vida diaria. Los antígenos de estas bacterias se presentan al sistema inmune, lo que resulta en la generación de anticuerpos. Sin embargo, en individuos con antígenos A o B o ambos antígenos, el sistema inmune realiza estos antígenos bacterianos comensal como uno mismo y no genera ningún anticuerpo.