Cuando se usa correctamente, ninguno de los métodos debe dañar tus ojos. Sin embargo, es mucho más fácil usar mal los contactos que las gafas. Por ejemplo, si deja en sus contactos por mucho tiempo, puede alentar el crecimiento de microorganismos que normalmente serían eliminados por sus lágrimas. Además, si usa lentes sucios, lo peor que le pasará es que no puede ver. Si usa contactos sucios, podría facilitar una infección ocular o dañar el ojo.
Además, si trabaja regularmente con sustancias químicas que emiten humos tóxicos, los químicos tóxicos pueden quedar atrapados entre los contactos y su ojo y dañar su ojo. Esto no sucede tanto con los anteojos porque producirá lágrimas que eliminarán el producto químico. Aunque el uso de protección adecuada, como las gafas protectoras y las buenas técnicas de trabajo, como el uso de una campana extractora de humos, reducirá en gran medida las posibilidades de generar vapores nocivos en los ojos, aún existe el peligro de que algo salga mal. Por lo tanto, cuando trabaje con sustancias químicas como el formaldehído, la recomendación es usar anteojos en lugar de lentes de contacto.