Parece que has sido víctima de alguna historia sobre el aceite de serpiente:
Nada que puedas ingerir en niveles razonables puede afectar el pH de tu sangre en esa medida. Como dijo Ian York, si ese fuera tu pH, no estarías aquí para contar la historia.
¿Por qué? Porque en realidad, hay un enorme, muy elaborado buffer que trabaja con diferentes equilibrios ácido-base que mantienen su pH balanceado en todo momento en el rango de 7.35 a 7.45. Ese es el rango en el cual sus células pueden prosperar y las proteínas de su cuerpo no se desnaturalizan en segundos.
¿Por qué no tiene sentido que su pH dependa de su dieta?
Piénselo de esta manera: el pH en su estómago es de alrededor de 1.5-3.5, un vaso de coca es incluso más bajo que eso, y también lo es el jugo de limón o una naranja. Entonces, si lo que tienes en tu tracto digestivo realmente afecta mucho tu pH, estarías en un mundo de mierda.
Si sales un poco del alcance, te pones muy, muy enfermo y estás a pocos pasos de la muerte inminente.
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