Sí.
Sin embargo, cuanto más juegas, más te asustan las relaciones. es una especie de círculo vicioso, y cada vez que te sientes preparado para algo y terminas herido vuelves a caer en la trampa de “sé un jugador” porque es la opción más segura y la forma en que sabes cómo manejar mejor.
¿Un hombre no se cansa de ser un jugador?
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