Cuando dirigía un negocio de consultoría desde el hogar (para soporte técnico y relacionado), llevaba una política de seguro de errores y omisiones, por si acaso.
Como tenía una empresa unipersonal con un par de contratistas, mi riqueza personal corría peligro si la demandaba un cliente.
La cobertura de errores y omisiones no es muy cara y seguramente te ayudará a dormir un poco mejor.