El polvo de bebé puede suavizar la piel, de modo que la piel no roce contra la piel o la ropa. Previene la erupción.
Sin embargo, hay algunos estudios que muestran que el talco, una vez inhalado, puede ingresar a los pulmones y sentarse allí, posiblemente causando neumoconiosis.
La recomendación es usar polvos para bebés a base de almidón.