Después de haber trabajado como cirujano otorrinolaringólogo durante 15 años, puedo asegurarle que no hay bloqueo físico. La comida y el aire comparten parte del tracto aerodigestivo superior: la faringe. Claramente, él puede comer. Lo más probable es que tampoco se meta el dedo en la garganta. Lo más probable es que el estímulo del aire en la parte posterior de la lengua, el paladar blando y la faringe lo hagan querer vomitar. Lo más probable es que haya tenido esto durante años y sobrevivió a algunos resfriados. Puedo decirme a mí mismo que no voy a tener náuseas y meter mi dedo profundamente en mi garganta y demostrarle a los pocos pacientes que sufrieron de una “garganta sensible” que deben detener sus tonterías y tomar el control de sí mismos.
Si tuviera una zona realmente hipersensible, la comida también habría sido un problema.