Este es un coloquialismo más que un término médico, pero parece referirse a sueños inusualmente intensos o perturbadores mientras uno está enfermo, especialmente con fiebre.
La fiebre alta puede causar deerio (confusión, desorientación, alucinación), que otros pueden confundir con un estado de ensueño porque el paciente puede tambalearse, balbucear cosas incoherentes o inapropiadas, o actuar de otra forma “fuera de él”. Los sueños verdaderos ocurren durante el sueño REM (movimiento ocular rápido), mientras que la mayoría de la musculatura voluntaria se suprime. En cualquier caso, se pueden formar recuerdos (a menudo fragmentarios o vagos).
