Es más bien al revés.
El ecosistema en su boca (incluido el pH) es un resultado directo de sus elecciones dietéticas, prácticas de higiene oral (incluido el uso de flúor y otros productos quimioterapéuticos) y factores del huésped como la saliva. Los cambios significativos a cualquiera de los anteriores pueden ayudar a proporcionar un entorno oral más hospitalario para sus dientes y encías o uno menos hospitalario.