Aproximadamente la mitad del dinero proviene del fondo fiduciario de Medicare. El resto proviene de primas de seguros, multas por incumplimiento, tarifas e impuestos nuevos, y recortes a otros programas.
No es sostenible. Básicamente es una carrera, tratando de llevar el sistema a un lugar donde pueda financiarse antes de que Medicare se quede sin dinero.