Se debe a la acción del peróxido de hidrógeno, un agente de limpieza y desinfección que los fabricantes incluyen en el enjuague bucal.
Sirve para matar millones de gérmenes que quedan de tu mejor intento de salud bucal, yendo a áreas a las que no puede llegar el cepillado dental.
El efecto espumoso también ayuda a aflojar las bacterias y los alimentos de entre los dientes.
